Las obras de Sheree Friedman son fruto de un proceso artístico único y extenso, y surgen de la profundidad de sus recuerdos y de sus experiencias cotidianas. Sus impresiones surreales cubiertas de resina se hacen capa por capa y dejan ver el método meditativo de la artista. “El acto de crear collages de elementos que me llaman la atención me lleva a un estado de meditación parecido a un trance. Siento que soy una con el universo. Las obras se desarrollan frente a mí, como autómatas surreales” dice.
Su enfoque hacia su arte es casi de archivo, investigando la coexistencia de lo antiguo y lo moderno en el mundo actual. Transforma dibujos originales, imágenes que encuentra, recortes de revistas, acetato, fotografías antiguas, y otros materiales que llama su “mar de recuerdos” en collages de imágenes submarinas surrealistas, generalmente con tonos suaves de púrpura y una luz sutil.
Sheree Friedman describe ver obras de arte como un estado de meditación, un método que lleva al entendimiento verdadero. “Cuando trabajo, me conecto con mi divinidad y mi luz interior”, dice. “Esto me permite sentir, presenciar y conectarme mejor con la energía central de todas las cosas”.
¡Eres una persona multifacética! No solo eres artista, sino también escritora, curandera, y activista. ¿Podrías hablar un poco sobre tu vida profesional y cómo se une a tu arte?
Al hablar de mi vida como escritora y activista, estamos hablando de mi vida personal. ¿Crear arte no podría ser también parte de mi vida profesional?
Al ver el pasado, las cosas que creo visualmente podrían ser simplemente ilustraciones de la manera en que comprendo el mundo, con imágenes de activismo y protestas en algunos momentos. Por ejemplo, los recortes del gobierno hacia el sector del arte para dedicar más fondos a cuestiones militares y otros asuntos políticos es algo común. Me he sentido dejada de lado, irrelevante, e insignificante como artista. Hay una compulsión, una fuerza interna para volverse uno mismo. Los artistas estamos guiados instintivamente a actuar de maneras que promueven esto. De nuevo, incluso en 2017, el gobierno sigue con la misma propuesta: eliminar los fondos de artes y humanidades y dedicar más dinero al sector militar.
La artista se quiere manifestar en mí, pero siempre lo hace con una sensación de vergüenza o de inferioridad. Hay impulsos creativos reprimidos en el camino, dejé gran parte de mi lado creativo en las tinieblas. Conscientemente dejé de lado mi proclividad creativa natural porque, como artista, yo era irrelevante. Me gradué en arquitectura, que me encanta, en el Instituto Pratt. Mis ganas de crear arte fueron obvias desde el principio, y se colaban en mis diseños arquitectónicos. Joseph Campbell dijo una vez que en Europa las calles llevan nombres de artistas, y en Estados Unidos llevan nombres de empresarios.
Cuando nos estábamos mudando, uno de los hombres israelíes de la mudanza estaba envolviendo mis pinturas y mirándolas. Comentó que todas tienen figuras femeninas enormes, cuyo tamaño sugiere poder, fuerza y presencia. Estas son mujeres que deberían poder sobreponerse a los obstáculos, aunque solo sea el obstáculo de ser artista. La mayoría de esas mujeres enormes en esos lienzos enormes terminaron en manos de las personas de la mudanza, las personas de la limpieza, y algunos amigos. No cabrían en nuestro departamento pequeño de Nueva York, pues nos mucamos a un lugar más pequeño. Ahora mis obras son más pequeñas. Un alma se deshace dependiendo de cuánto se rehúse a seguir su propio instinto.
¿Tus obras se han visto afectadas por algunas influencias culturales?
Los Beatles de los sesentas, los maharishi, los libros de Aldous Huxley, la meditación trascendental y el LSD crearon en mí un amplio sentido del universo, mientras profundizaba en los estudios de Carl Jung sobre la mente colectiva, en que todo se conecta. Tal vez gran parte de mi arte sea reflejo del Subconsciente Colectivo de Jung. Muchas de mis imágenes surgen de mis sueños, de estados meditativos de adormecimiento parcial.
Hay incursiones a inmersión consciente en la que todo el pensamiento de conciencia cognitiva desaparece: es un estado meta-cognitivo, otro nivel de conciencia, y crea momentos extraordinarios de libertad. Siempre me he sentido presionada a proyectar estas sensaciones e imágenes inmediatamente, usando los métodos más rápidos: dibujo, collage, pintura, etcétera. Joseph Campbell vio que las semillas de las mitologías del mañana yacen en la psique de los artistas de hoy en día. Con suerte, las mezclas en las creaciones de los artistas revelarán un mejor horizonte para los seres humanos.
Tus obras de arte tienen una cualidad meditativa, de expandir la mente. ¿Estás de acuerdo con eso? Sentimos que nos sumergimos y que nos elevamos con la serie que estás exhibiendo en Agora Gallery. ¿En qué te inspiraste?
Aunque practico yoga en estado contemplativo antes de trabajar, el acto de crear collages con elementos que me llaman la atención me lleva a un estado de meditación parecido a un trance. Siento que soy una con el universo. Las obras se desarrollan frente a mí, como autómatas surreales, mientras escucho sonidos distantes de géneros como Chillwave, Glo-fi, Hypnogogic, vapor-wave, Philip Glass, Hildegard von Bingen: Canticles of Ecstasy y Moby. Cuando estoy en este estado, me siento como un sistema de antenas y navego por los anchos de onda recolectando imágenes.
Mi entrenamiento en medicina de la energía me dio conciencia y sensibilidad a los campos de energía humanos. Esto disolvió bloqueos de energía físicos, emocionales y espirituales, y abrió mis chacras, conectándome con el Campo de Energía general, y dándome un mayor sentido de percepción. Cuando dibujo y hago collages, viajo y vivo el mundo expandido de la energía. Los impulsos son de sanación personal, la entrada a un nuevo mundo y a imágenes del futuro sumergidas, tal vez ingrávidas.
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¿Hay un sistema en particular que sigues para hacer los collages de tus obras? ¿O simplemente unes todos los elementos de acuerdo a tu visión estética?
El tiempo es borroso ahora, la coexistencia de lo antiguo y lo moderno. Lo antiguo forma parte de nosotros y el ahora retumba frente a nosotros. Es fácil olvidarse del pasado, pues el presente emerge rápidamente Mi obra pretende mostrar imágenes yuxtapuestas: el antes y el ahora, televisores flotantes de días pasados. Esto es particularmente evidente en mis obras de collage de técnicas mixtas Shanghai is Burning (Shanghai se quema). Estas imágenes las tuve en la mente después de visitar China varias veces. Las profundas variaciones entre los techos de tejas oscuros, antiguos, curvos y ornamentados de la arquitectura China escondidos bajo los altos edificios geométricos y brillantes dejaron en mi mente imágenes en claroscuro. Satisfacer esto es un proceso orgánico. Estos paisajes neo-surreales son capas de los mejores y peores escenarios posibles de mi imaginación.
Cuando estoy haciendo collages y dibujando, me siento como una vaquera espacial, como una exploradora; hago collages de elementos que me llaman la atención para convertirlos en imágenes que van más allá de la realidad. Tal vez deconstruir la ‘realidad’ a mi alrededor en nuevas imágenes que podrían darles ímpetu a los espectadores para explorar horizontes nuevos y mejores, e imágenes que podrían tener energía de sanación universal:
1. Construyo collages pequeños en capas de imágenes dibujadas, recortes de revistas, acetato, fotografías antiguas, planos de arquitectura, plantas secas o arena: capas de recuerdos y de cosas.
2. Reproduzco y agrando este collage en mi impresora.
3. Vuelvo a trabajar en esta imagen con lápices, acrílico y óleos, más capas de acetato, pañuelos de papel, papel cuadriculado, etcétera.
4. Este último collage se agranda más y se reproduce en una nueva versión moderna de papel fotográfico para bellas artes de alta definición que capta todos los detalles y texturas.
5. Esta última impresión, considerada la original, se cubre con resina y se coloca entre dos láminas rígidas de plexiglás mate con filtro UV para aumentar la sensación de profundidad, que es el estilo estético insignia de Sheree, haciendo que las imágenes metafóricas parezcan estar bajo la profundidad del océano.
También usas texto en tus obras, ¿esto es para que la audiencia siga alguna dirección al observar tus obras?
Algunas veces el art, es un escape o impulso de mostrar lo que estoy percibiendo. Son jeroglíficos ilustrados, e incluso didácticos, que comprenden muchas palabras, y a veces les agrego texto para orientar al espectador hacia lo que estoy indicando.
En tus obras hay algunos objetos recurrentes, como libélulas, cerebros, etcétera. ¿Podrías decirnos qué significan para ti/qué simbolismo tienen?
Las libélulas sí aparecen con frecuencia en mis obras. Son más antiguas que los dinosaurios, y han estado en nuestro planeta durante 325 millones de años. Aunque su iridiscencia es impresionante, son mi metáfora, y un recordatorio constante de las partes muy antiguas, reptiles y primitivas de nuestros cerebros, cuya rigidez y compulsión con frecuencia nos han llevado a la ruina.
Aunque los neurocientíficos y el Dalai Lama han concluido que los cerebros, que también aparecen en mis pinturas, tienen neuroplasticidad que responde a la meditación y las experiencias, nuestra programación innata y epigenética con frecuencia se impone a nuestros deseos conscientes. Podemos evolucionar y mejorar.
Quisiera agregar una observación: manténganse abiertos y proyecten neuroplasticidad y su potencial por medio de la autoevaluación y la meditación. Somos como las muñecas rusas y los anillos de los árboles, con la libélula siempre presente como recordatorio de nuestro cerebro más antiguo y primitivo. Lo primitivo aún vive en nosotros durante esta Era de Acuario, a medida que infinitos patrones humanos se desarrollan frente a nosotros, se apoderan de nosotros, y nos mueven.
Lee más sobre las obras de Sheree Friedman en su página de ARTmine y su perfil. Sus obras se exhibirán en Agora Gallery hasta el 21 de abril de 2017.
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